Como ya vaticinó Firebolt Magazine en este artículo donde se anunciaba la gira de Blink-182 en este año 2023, por fin llegó el día D.
Ayer por la noche, Madrid vibró con la llegada de la icónica banda de pop punk, Blink-182, quienes no habían pisado suelo español desde 2012. Un público mayoritariamente treintañero se dirigió al WiZink Center, lleno hasta la bandera una tarde más, ansiosos por revivir aquellos momentos de la adolescencia a los que nos trasladan sus letras y que, hasta hace poco, dábamos por perdidos después de la separación de la banda en 2015.
Sin embargo, este concierto nos dejó un sabor agridulce en el corazón, ya que la experiencia fue una montaña rusa de emociones y expectativas incumplidas en la crónica del concierto Blink-182 en Madrid.
Después de la actuación de la banda californiana The Story So Far, saltaron puntualmente al escenario el trío de San Diego.
Uno de los aspectos más destacados de la noche fue la actuación del baterista, Travis Barker, quien se convirtió en la atracción principal encaramado a una plataforma colgante que podía apreciarse desde cualquier punto del estadio, siguiendo una idea que parecía inspirada en Kanye West. Barker demostró su destreza detrás de la batería con una actuación enérgica y frenética que mantuvo a la audiencia en vilo durante toda la noche.
El desempeño vocal de Tom DeLonge fue otro punto de discusión entre los asistentes al concierto de Blink-182 en Madrid. Si bien su voz no estuvo mal en general, algunos momentos fueron menos que perfectos. No obstante, no podemos dejar de reconocer su habilidad en el bajo.
Por otro lado, lo que nos dejó a muchos asistentes desconcertados fue la falta de saludos e interacción por parte de la banda. Mark Hoppus y Tom DeLonge apenas se dirigieron al público durante todo el concierto. Esto creó una desconexión evidente con la audiencia, que esperaba más interacción y empatía por parte de la banda.
En cuanto al repertorio, Blink-182 tiene un catálogo impresionante de éxitos en su haber, pero, a pesar de llevar un setlist de más de 25 canciones entre las que se encontraron sus temas más aclamados, como “What’s My Age Again?”, “I Miss You” o “Feeling This”, no hubo sorpresas respecto a otras ciudades de la gira y parecía que, incluso, se hubieran quedado cortos en esta selección. A pesar de tocar la mayoría de sus clásicos, nos quedamos con la sensación general de que podrían haber ofrecido más en su actuación en Madrid.
Uno de los aspectos más decepcionantes de la noche fue la falta de implicación de la banda con su público. A pesar de los esfuerzos de Travis Barker por mantener la energía alta, la banda en su conjunto, parecía distante y poco comprometida.
Aunque ya sospechábamos que esta gira iba de hacer caja, a más de uno nos quedó patente con su actitud sobre el escenario.
Si tuviera que elegir un mejor momento, sería la traca final, con una vorágine de clásicos como “First Date”, “All The Small Things” y “Dammit” interpretadas sin espacio para respirar y volviendo loco al público, que bailaba en grandes pogos por toda la pista. La peor parte vino, quizás, inmediatamente después, cuando se bajaron del escenario sin ningún tipo de bis y dejando sonar “La Macarena” en el WiZink. Si me preguntan, una paletada.
En resumen, el concierto de Blink-182 en Madrid dejó un sabor agridulce en la memoria de muchos de nosotros que esperábamos una actitud mucho más punk por parte de la banda, dejando una sensación de que podría haber sido mucho más. En fin, supongo que “this is growing up”.